jueves, 10 de diciembre de 2009

Diez de diciembre, el Día de los Derechos Humanos

La noche del diez de diciembre de 1948, en París, fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas la Declaración Universal de Derechos Humanos. No se aprobó por unanimidad, pero tampoco hubo ningún voto en contra (sólo un puñado de abstenciones), y se pronunció a su favor una amplísima mayoría de Estados. No cabe duda de que se trató de un gran consenso mundial.

Fue en 1950 cuando la Asamblea General propuso institucionalizar el diez de diciembre como Día de los Derechos Humanos.

El "padre" de la Declaración Universal fue el francés René Cassin, quien dijo haber elaborado un proyecto ideológicamente aséptico; suponiendo, claro está, que la apuesta valiente por los derechos humanos pueda ser considerada ideológicamente aséptica.

Sea como fuere, la noche del diez de diciembre de 1948 trajo algo nuevo para la humanidad. Es cierto que todos los días hay constantes y atroces violaciones de los derechos humanos; pero también hay todos los días esfuerzos heróicos de muchas personas en todo el mundo, que trabajan por hacerlos valer. Es el gran desafío para los hombres y mujeres del s. XXI, porque bien podríamos decir que sin derechos humanos, no habrá futuro.

Se atribuye a Julio César la célebre frase "Si vis pacem, para bellum" ("Si quieres la paz, prepara la guerra"). Hoy, más de veinte siglos después, bien podríamos ir cambiándola: Si quieres la paz, prepara la Justicia.




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